Informes para juzgados

Maltrato psicológico / Inferferencias parentales

El maltrato psicológico a los niños, en forma de insultos, ninguneo, desprecio, que pueden ser directos hacia el menor, o indirectos desprestigiando al otro progenitor en su presencia, son extraordinariamente frecuentes y difíciles de probar. Ocurre lo mismo con los pequeños golpes, la negligencia leve en forma de ropa pequeña y sucia, o las conductas parentales inadecuadas, como conducir sin sillita para el niño, no cambiar el pañal, no venir a recoger al niño y otras, aunque pueden llegar a ser constitutivas de delito, no suele ser aconsejable acudir a la vía penal, ya que rara vez son tenidas en cuenta en los tribunales porque no dejan pruebas materiales que corroboren la versión del demandante. Resulta más efectivo solicitar la modificación de medidas via civil, a través de el procededimiento de guarda y custodia, aportando un pericial psicológico que avale el malestar del niño.

Un caso especial de maltrato psicológico son las llamadas interferencias parentales, cuando un progenitor deliberadamente procura que el niño rechace al otro padre mediante procedimientos muy sutiles como: mostrar depresión porque el otro es malo, mentir, y en los casos más graves, incluso imponiendo al niño recuerdos falsos en su mente. Es muy difícil distinguir los casos en los cuales el menor rechaza a un progenitor por motivos fundados, como ocurre en la violencia de género, de otros donde el niño está siendo manipulado y se necesita un experto para distinguirlos.

Esta web utiliza cookies propias y ajenas para su correcto funcionamiento    Más información
Privacidad