Informes para juzgados

Abuso sexual infantil.

Dibujo Cortesía: Lya.

El abuso sexual infantil, probablemente sea la intervención  más difícil dentro de la Psicología Forense, y el más delicado.  Se necesita mucha experiencia para conseguir un relato del niño válido y fluido sin dañarle, pero lo verdaderamente difícil es demostrar que el relato es creíble y documentar el daño psicológico. Una intervención mal hecha puede desacreditar  una denuncia y cerrar un caso. Influir en los niños pequeños para que digan lo que el adulto quiere oír es muy sencillo, incluso sin proponérselo, por esto hay que tener sumo cuidado de no dirigir el relato y formular preguntas cerradas que den pie a respuestas cerradas. La actitud del examinador es clave en el proceso de revictimización. Son muy pocas las entidades públicas que realizan esta tarea, controvertida y someten a los profesionales a un gran estrés.

 

Lo que no hay que hacer nunca cuando un niño revela un posible abuso es:

Escandalizarse.

Demostrar asco, rechazo miedo.

Culpabilizar al menor.

Dudar de su palabra.

Hacerle repetir el relato, indagar detalles. Deje esta tarea sumamente delicada a los profesionales.

Grabar en video.  Estas grabaciones no solo NO  son válidas como prueba, sino que pueden resultar muy perjudiciales en la causa.

Por lo tanto,  la actuación correcta sería mantener la calma y buscar consejo antes de llevar a cabo ninguna acción.

 

 

 

 

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